Luz que agoniza

Ilumina la estancia la luz que sé que fue mía, busco el azul de mis ojos y el frescor de una libertad que me es esquiva.

Mi luz, la luz; mentiras de verdad y cadenas invisibles, necesito huir, necesito sentir…

La mar

La mar disuelve el gris de mis pensamientos; estremece pensar en el fin de una costa que solo mis sueños pueden ver; acantilados de sueños que se estrellan contra los amaneceres que ayer no vi.

Ocre sentimiento

El viento no mueve mis ausencias; distante arrebata la libertad que me falta, pienso en un cielo que me oprime y una raza que me mata.

La llama violeta

Lo único que no es difuso es la materia brillante que se aleja, puertas que no se abren y paredes que se cierran en sí mismas, no hay sueños porque no hay salidas, no hay colores porque estoy rota.


Detrás no hay nada, el sendero se bifurca, asciende hacia la nada y parte de mi que estoy envuelta en la bruma.

De entre las sombras

Sempiterna curiosidad, senderos de dos carriles, esquinas que son ojos de fuego que nos observan, pulverizan la ilusión, rompen el ánimo y la noche.

Murmullos, juicios, críticas, formulo preguntas sin respuestas, siempre al alba…, no encuentro la frontera, no hay salida, solo almas que velan.

Y me duelen, y me acechan, no las miro, pero esperan…

Se rompe la mañana

A veces la vida es un trajín cotidiano de multitud de nadas que nos agotan hasta la extenuación, otras es solo un camino cerrado, un tramo engañoso de una puerta que encontramos, en realidad una trampa decepcionante.

Vientos de fuego

Cierra los ojos, acerca tu frente

Respiras conmigo, pero no te adormeces,

Acá está el camino, allá esta mi mente,

Mil auroras mortecinas, solo adornos, no son nada

Polinésico arcoíris ¿Por qué avivas mis recuerdos?

Solo eran cielos delirantes, prisioneros, casi infames

Malherido me acercaba, tu no hablabas suspirabas.

Colección 2010

Colores, fantasías diseñadas por mil amaneceres que buscan escondites para la luna, no quieren que se disuelva, temen su huida, brillan que brillan las estrellas y las sombras doloridas, ella lo es todo, ella es su vida.

Luz del sol que amarilla regalas del viento los colores bellos, recuerdos evadidos de un cielo sin ilusión, cúpula celeste que rompe en desolación porque su azul un día le dijo su adiós.

Bebe cuentas de mil mares, cauces de ríos apagados, secos y rotos, tormentos imposibles de un ayer que ya dejó…, recuerdos y matices, semillas de ironía y un cuarzo gris por el que te veo a ti.

Quizá te diga el arroyo que se pierde en soledad porque tú no estás, él miente, ya verás, en la segunda esquina en la que el viento recorre sus pasos le veras regresar y será ancho mar, tú lo veras, agua sin lagrimas, cascarillas de metal.

Océano de infinito abismo, océano negro, cobijo roto de un alma sin brillo, miedos y atardeceres que ya se fueron, brillos celestes y rojos incendiarios que dijeron adiós…, solo negro y desolación.

Sereno es el equilibrio de La vieja plata que se desmorona en una o dos almas que se rebelaron, animas resueltas que desdicen de universos que dicen ser, que huelen a piel de viejos naufragios, aromas de hiel, mares azules que de gris son honestos y de esencias yacen disueltos.

Colores, colores es lo que siento, solo eso.

Balongo.